lunes, 28 de octubre de 2013

                                               GRAVEDAD



El término «gravedad» se utiliza también para designar la intensidad del fenómeno gravitatorio en la superficie de los planetas o satélites. Isaac Newton fue el primero en exponer que es de la misma naturaleza la fuerza que hace que los objetos caigan con aceleración constante en la Tierra (gravedad terrestre) y la fuerza que mantiene en movimiento los planetas y las estrellas. Esta idea le llevó a formular la primera Teoría General de la Gravitación, la universalidad del fenómeno, expuesta en su obra Philosophiae Naturalis Principia Mathematica.






La gravedad es una de las cuatro interacciones fundamentales observadas en la naturaleza. Origina los movimientos a gran escala que se observan en el Universo: la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, las órbitas de los planetas alrededor del Sol, etcétera.






En conclusión la gravedad no es más que una aceleración producida por la gran masa que posee la tierra, y que reacciona con los cuerpos, de menor masa, atrayéndolos hacia ella. La aceleración de la gravedad es de 9,8 m/s2, pero ¿Qué significa ese valor? Supongamos que vamos a una carrera de velocidad, con nuestro auto modificado al máximo, y en la línea de partida estamos en reposo, esperando a la partida, hasta que largamos, y nuestro auto comienza a acelerar a 9,8 m/s2, lo que pasa es esto: nuestro auto recorre 9,8 metros el 1° segundo, al 2° segundo recorrió 19,6 metros, al 3° segundo recorrió 29.4, y así sucesivamente hasta ganar la carrera.

Si aplicamos este ejemplo a la aceleración de gravedad, entonces un cuerpo que cae por acción de ella, tendrá el mismo recorrido que el auto en el ejemplo. Pero si el auto siguiera acelerando a ese valor, incrementaría su velocidad hasta que fuera infinita, y eso no sucede en la realidad. Entonces, ¿Por qué no seguiría acelerando el auto? Porque debido a las limitaciones de la caja de cambios y las revoluciones del motor (que no son infinitas), llegaría a una velocidad punta, en otras palabras, luego de un tiempo su aceleración descendería hasta llegar a 0 y mantendría su velocidad.


En este ejemplo se lanzó una roca desde X metros, la cual comenzó a acelerar a 9,8 m/s2, pero luego bajó esa aceleración a 5,4 m/s2, y más tarde a 0 m/s2. Se puede observar que a medida que su aceleración disminuía, su velocidad aumentaba, hasta mantenerse en 180 km/h (no sigue aumentado su velocidad, ya que no hay aceleración en ese punto). La respuesta para esa desaceleración: el aire. El roce con el aire no permite que los cuerpos sigan aumentando su velocidad hasta cierto punto, osea que en una caída libre no hay una aceleración, sino una desaceleración constante.









Como se puede apreciar en el vídeo, la piedra más pequeña se demoró cerca de 2 segundos en tocar el suelo, en cambio, la roca más grande se demoró alrededor de 1 segundo. Esto se debe a su masa, que con la acción de la aceleración de gravedad, la roca más grande puede alcanzar mayor velocidad cinética que la roca más pequeña.